Energía y Eficiencia Energética en Chile
La sociedad necesita energía para sustentarse y generar los bienes y servicios que requiere, los cuales se encuentran en creciente expansión. Hace unas décadas, la llamada “crisis del petróleo” instaló la noción de que los recursos energéticos del planeta eran limitados y podían agotarse, especialmente los combustibles de origen fósil. Posteriormente, la investigación científica aportó evidencias de que las actividades humanas están produciendo cambios en el sistema climático a nivel mundial, lo que podría acarrear consecuencias irreversibles y lamentables para la sustentabilidad de nuestra civilización. En efecto, se sabe que la quema de combustibles (petróleo, gas, carbón, leña) aumenta la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, contribuyendo al fenómeno del cambio climático global.
Energía y Eficiencia Energética
Hasta el siglo XIX, la energía utilizada por las sociedades humanas estaba limitada a la energía humana o animal. Otros tipos de energía utilizadas ampliamente por las sociedades humanas eran la quema de madera y el uso del viento o de los saltos de agua para accionar molinos o bombas. Estas fuentes de energía tienen la limitación de que no pueden ser fácilmente transportadas y tampoco pueden ser transmitidas a distancias considerables. Con la era industrial se inicia el consumo de fuentes de energía proveniente de los combustibles fósiles (petróleo y gas entre otros). Una de las características de los combustibles fósiles es que pueden ser transportados con relativa facilidad, lo que hizo aparentemente irrelevante el lugar donde se encontraba la fuente de esos combustibles. Esto provocó, en los últimos 200 años, un incremento significativo en el consumo per cápita de energía en los países industrializados.
La producción de energía a partir de combustibles fósiles tiene efectos nocivos sobre la biosfera a corto, mediano y largo plazo. Contaminan el suelo, el agua y la atmósfera, contribuyendo significativamente, entre otros efectos, al cambio climático debido a la emisión de gases efecto invernadero.
En la actualidad, los países con fuertes déficit sociales están en la encrucijada de congeniar su desarrollo industrial, tecnológico y de servicios, actividades que tradicionalmente se asocian a un incremento en los consumos de energías, con la sustentabilidad ambiental, la conservación de la naturaleza y el respeto por las comunidades donde existen potenciales fuentes o recursos energéticos. Paralelamente, los países altamente industrializados han generado medidas de eficiencia energética para desacoplar el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) del consumo de energía, que impacta significativamente sobre los recursos naturales y el medio ambiente.
Además de la incorporación de nuevas tecnologías que permiten usar eficientemente la energía, los países desarrollados están introduciendo el uso de fuentes energéticas renovables no convencionales, las que tienen impactos menores sobre el medio ambiente y ayudan a mitigar el cambio climático. Energías como la solar, la eólica, la geotérmica –u otras aún más incipientes y de menor desarrollo- como las procedentes de la química o fenómenos naturales, como las oceánicas, muestran una valorización de los recursos energéticos presentes y futuros, estimulando la conservación y su uso eficiente junto a formas reductoras de la contaminación.
La energía se presenta en diferentes formas, tales como calor (térmica), lumínica (radiante), mecánica, eléctrica, química y nuclear. Existen dos tipos de energía: la energía potencial, que es la que se encuentra almacenada en alguna forma y la energía cinética, que es la energía del movimiento (olas, electricidad, calor, etc.). La energía potencial es utilizada por el ser humano desde antes de la concepción moderna de la energía.
Por ejemplo, los animales herbívoros transforman la energía química almacenada en los carbohidratos de las plantas (producidos por el mecanismo de la fotosíntesis) en energía mecánica, que los seres humanos la utilizamos para generar la fuerza que mueven los arados que rompen el suelo agrícola o para transportarnos de un sitio a otro.
La energía cinética del movimiento de las moléculas de aire puede ser convertida en energía rotacional por el rotor de una turbina eólica, que a su vez puede ser convertida en energía eléctrica por el generador de la propia turbina.
No obstante, en cada una de estas conversiones de tipos de energía, parte de ella es convertida en energía calórica, que se disipa fácilmente en el espacio y no es reversible.
Esto tiene profundas consecuencias en nuestras vidas, ya que es imposible construir una máquina perfecta que transforme un tipo de energía en otra con un 100% de eficiencia. Igualmente, los seres vivos no somos 100% eficientes y parte de la energía que consumimos con los alimentos se elimina como calor, no siendo aprovechada en nuestras actividades biológicas. Asimismo los rotores, los multiplicadores o los generadores nunca tienen una eficiencia del 100 % debido a las pérdidas de calor por fricción en los cojinetes, o a la fricción entre las moléculas de aire.
Los recursos energéticos
Desde el punto de vista tecnológico y económico, la energía es un recurso natural primario o derivado, que permite realizar un trabajo o servir de subsidiario a actividades económicas independientes de la producción de energía. Los recursos naturales se han clasificado en fuentes de energía renovables (geotérmica, eólica, solar, hidráulica, etc.) y no renovables (carbón, gas natural, petróleo, uranio, etc.). Las fuentes de energía renovables se obtienen de recursos inagotables a escala humana. Por el contrario .as fuentes de energía no renovables son aquellas que se encuentran en una cantidad limitada y una vez consumidas no pueden sustituirse.
La mayor parte de la producción de energía en el mundo se basa en la explotación de recursos no renovables, tales como petróleo, gas natural, carbón y los elementos radiactivos utilizados en la fisión nuclear desarrollada en las plantas atómicas (uranio, plutonio, polonio, estroncio y torio). Esta situación se ha transformado en un factor clave, que ha contribuido a degradar los recursos naturales, incrementar la contaminación ambiental, acelerar el cambio climático global y contribuir a exacerbar los conflictos socioculturales en diferentes territorios. Es por esta situación que diferentes corrientes de opinión en el mundo abogan por reducir el consumo de recursos energéticos contaminantes, degradados o que generen residuos radioactivos. Al mismo tiempo, se han incorporado en las políticas de generación de energía los conceptos de sustentabilidad y el uso eficiente y responsable de los recursos energéticos.
Uso eficiente de la energía en Chile
Desde el punto de vista conceptual, la eficiencia energética no significa ahorro de
energía, el cual está asociado a la disminución o restricción en el uso de un servicio o tecnología. Eficiencia Energética (EE) - en cambio- se refiere a la minimización del insumo energético por unidad de producto, manteniendo la misma calidad o mejorándola.
Se origina a partir de la disminución de las pérdidas de energía durante los procesos de conversión o transformación de un tipo de energía a otro. Gracias a ella es posible producir un mismo o mayor volumen de bienes o de niveles de servicio, sin aumentar (o aumentando en una proporción menor) el consumo de energía. Con la eficiencia energética, en consecuencia, no existe una disminución o restricción para el desarrollo de alguna actividad específica, como sí ocurre con el ahorro energético.
Aún cuando los países desarrollados lograron desacoplar el crecimiento del consumo de energía, en el caso de Chile, el consumo de energía ha estado creciendo a un ritmo alto , lo que nos indica que el país presenta un uso ineficiente de energía.
El consumo total de energía en Chile durante el año 2008 fue de 355.259 teracalorías, de las cuales el 50% correspondió a derivados del petróleo, seguido de la leña (14%) y electricidad (14%), carbón (12%) y gas natural (7%).
Chile presenta una situación de alta vulnerabilidad energética, que deriva tanto de la estrechez de su matriz generadora, como de su dependencia hacia los mercados externos en la provisión de insumos energéticos.
Más aun el 92 % de los energéticos que Chile usa se queman, por lo tanto
contaminan y mucho, del total de lo que quemamos el petróleo, el carbón mineral y el gas natural son no renovables, vale decir su quema es un pérdida neta de recursos, La hidroelectricidad es renovable y la leña podría serlo, si lográsemos plantar al mismo ritmo que la consumimos y más aun, si tecnificáramos su consumo. Sin embargo, el balance global de recursos es negativo para ese 92% del total que es quemado.
Mientras más propia del país sea la energía, aumentará nuestra independencia global. Mientras más limpias sean las energías que usemos, seremos un país menos contaminado y nuestro aporte a la contaminación global será menor. Si las energías son propias y renovables, el valor de la fuente es gratuito, como ocurre hoy con nuestras aguas con potencial hidráulico. Por lo tanto, reduciremos los aproximadamente 3000 millones de dólares que gastamos aproximadamente al año en la cuenta nacional de energía.
Chile es además un país lleno de estas alternativas energéticas y resulta difícil comprender como es que seguimos inmersos en la trampa del mercado mundial de no renovables, con el control sobre la mayor parte de estos recursos, notablemente estratégicos, bajo el dominio de consorcios privados internacionales.
Las principales barreras de introducción y masificación que presentan las energías renovables (Energía Eólica, Solar, Geotérmica, Biomásica, Mini-hidráulica y Mareomotriz) en nuestro país son su alto costo de instalación (no así de mantención y operación) y la inexistencia de una Ley de ERNC que fomente y premie tanto la generación como el uso de energías limpias.
Los primeros proyectos de Energías Renovable No Convencionales (ERNC) en Chile se desarrollan a mediados del siglo XX sin ser concebidos bajo el concepto de energía renovable y surgen de la maduración de las tecnologías de energía hidráulica. Dentro de estos proyectos se encuentran las centrales hidráulicas El Volcán (13MW) y Los Bajos (5 MW) en la Región Metropolitana, Los Molles (16 MW) en la IV Región y Sauzalito (9,5 MW) en la VI Región.
En los años 90 la energía de la biomasa comienza a utilizarse principalmente por la industria de la madera en el sur de Chile, para expandirse en escala y cobertura durante la primera década del siglo XXI con un desarrollo progresivo de proyectos de generación que reutilizan material de aserraderos y residuos del proceso de fabricación de celulosa, incorporando el uso de pellets y del licor negro. La reciente introducción de los pellets como combustible ha permitido comenzar a abastecer la demanda de calor tanto a nivel domiciliario como a nivel industrial. Esta innovación es altamente relevante como respuesta al masivo uso de leña húmeda, altamente contaminante en las ciudades y pueblos de la zona sur, la misma que genera graves consecuencias ambientales y a la salud de las personas. Hoy en día existe un mercado en expansión de soluciones a pellets, con proveedores tanto de tecnologías como de combustible, ubicados principalmente en la zona centro sur del país.
Junto con este desarrollo en el sur de Chile, en el norte comienzan a aparecer los primeros proyectos de energía eólica, siendo Canela, de 18,1 MW el primero en conectarse en el SIC, en la costa de la IV Región. Con mucha anterioridad, en el año 2001 ya se había puesto en operación el Parque Eólico Alto Baguales, con una potencia de 2 MW conectado al Sistema Eléctrico de Aysén. Luego se instalan en la misma zona los proyectos Canela II (60 MW), Totoral (46 MW) y Monte Redondo (38 MW). Al interior de Ovalle se instala el proyecto Punta Colorada (20 MW), con lo cual la potencia eólica instalada a mediados del 2010 alcanza los 200 MW aproximadamente.
PREGUNTAS:
- ¿Cómo funciona exactamente el cambio energético?
- ¿Cómo se define a un recurso energético?
- ¡Qué es la eficiencia energética.?
- Explica porque se ha producido un aumento en el gasto energético en Chile.
- ¿A que se refieren las ARNC? Nombra las más importante en Chile.
- ¿Porqué es necesario el desarrollo de energías limpias para el país?
- Explica los efectos de la energía no renovable sobre el medio ambiente.
- ¿Qué exigencias plantea el cambio energético a la infraestructura?
- ¿Qué energías sustituyen a la energía nuclear?
- ¿Porque no se han desarrollado masivamente los proyectos de energía renovables en Chile?
- ¿Qué innovaciones de Chile en el sector de las energías renovables están a un paso de alcanzar su madurez?
- ¿Cómo aumentar más la eficiencia energética?
- Nombra los principales proyectos energéticos limpios de Chile.
- Investiga que mecanismos permiten el desarrollo de energías limpias en el país.
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